Vale un Perú

1 April 2013

Peru Program 22Desde el siglo XVI, la frase “Vale un Perú” (It’s worth a Peru) ha sido utilizada alrededor del mundo para referirse a grandes riquezas, tanto en diversidad como en cantidad, que ni el imaginario o los sueños más extraordinarios podrían reflejar. El programa de Perú llevo a los estudiantes de Carleton a la capital de Perú, Lima. Además el viaje contó con visitas al norte del país, en Trujillo. Así como la famosa ciudad imperial de Cuzco, en donde vivieron con una familia quechuablantes. Y por último los estudiantes hicieron una caminata por el pueblo Quincemil, ubicado en una región de selva baja.

A continuación se encuentran algunas de las reflexiones de lo que el programa significó para algunos de ellos.


Phoebe Chastain ’14

Peru Program 2Quería ir al Perú para explorar las diferentes realidades sociales de un país con una gran diversidad cultural,  lingüística, geográfica y ecológica. También, había conocido a José durante mis clases de español y sabía que sería un director de programa fenomenal, porque valora la experiencia individual de cada estudiante, el crecimiento personal; no solo el académico. Una de sus grandes virtudes es que reconoce la riqueza de la cotidianidad.

Las experiencias que ofrece el programa son tan variadas como la diversidad inmensa que posee el Perú. Vivimos con familias de clase media de Lima, pero también trabajamos como voluntarios en uno de los barrios más pobres de Lima. El voluntariado que yo realicé consistió en entrevistar a muchas mujeres que fundaron los comedores populares, espacios que preparan y sirven comida para el barrio. Fundaron los comedores durante los años 80, una época de mucha inmigración a la ciudad, cuando crecieron las zonas de muy pocos recursos alrededor de la ciudad. Las mujeres organizaron espacios para cocinar comida muy barata para su comunidad. Fue una manera de combatir el machismo (las mujeres podían trabajar fuera de la casa) y dar comida a muchas personas. Al finalizar realizamos un proyecto para evaluar al sistema de comedores y contar las historias de estas mujeres. Me impresionó mucho la generosidad de esta comunidad que quería enseñarnos lo mucho que habían logrado trabajando juntos.

Las clases me permitieron, y pude comprender mejor las experiencias que tenía en el Agustino y luego el viaje que realizamos por las partes rurales del país. Fue así que se dio una complementación entre lo que aprendíamos en las clases de antropología y economía ecológica con las experiencias diversas que tuvimos a través de nuestro trabajo de voluntariado.

Viajamos mucho con el programa, por lo que no vimos solamente la realidad urbana de Lima. Además, los viajes no se centraron en visitar solo los lugares turísticos, sino en conocer la realidad cotidiana de la gente que vive allí. Fuimos a un viñedo y aprendimos sobre el proceso de producción del vino, desde la siembra de las uvas, hasta el del embotellamiento del vino. Fuimos a una granja y cultivamos espárragos con los jóvenes. Vivimos con una comunidad indígena, con familias que hablan quechua. Cultivamos papas con ellos y llevamos la ropa tradicional.

En fin, nuestra experiencia fue enriquecida por conocer e interactuar con personas con perspectivas diferentes, lo que ha enriquecido mi propio entendimiento del mundo.


Nora Cassidy ’13

Peru Program 8 Dentro del programa de visita al Perú, a cada uno de los estudiantes se le asignó un anfitrión, es decir, una familia común y corriente en la ciudad de Lima con la cual convivimos alrededor de unas ocho semanas. Esta situación particular de convivencia con una familia limeña, fue sin duda mi aspecto favorito del programa debido a la estrecha relación que pude desarrollar con mis “padres”, además de la visión más profunda que pude obtener sobre la cultura limeña y sus valores. De esta manera, como nueva miembro de un edificio de apartamentos de clase media, aprendí también a relacionarme con mis vecinos. Aprendí tambien como actuar en una ciudad ajena; desde la forma en que debía parar un taxi y como hablar con el chofer,  o dónde encontrar el mejor pan fresco, a poca distancia de “mi” casa.

A través del componente de voluntariado del programa, me familiaricé también con otro aspecto de la sociedad limeña, a medida que iba de puerta en puerta tratando de crear conciencia sobre la violencia doméstica en El Agustino, un distrito densamente poblado y empobrecido en Lima. Mientras hablaba con las mujeres fuera de sus casas de techo de metal corrugado, aprendí algo acerca de lo que era sus vidas y las fuerzas que tenían cada una para seguir viviendo. A pesar de haber pasado un tiempo también en algunas zonas de la clase alta en Lima, siento que he aprendido y disfrutado más que cualquier turista gracias a haber estado en este particular programa de estudios en el extranjero con el profesor José.


Julia Moen ’14

Pese a que nunca había viajado más al sur de lo que es mí estado natal Texas, y sólo después de haber tomado un año y medio de cursos de español, el viaje a Perú fue muy interesante. A veces era duro, pero era siempre sorprendente. En Lima tuve una familia maravillosa con una “mamá” que cocinaba la comida peruana de una forma deliciosa. Esta siempre consistió en un plato preparado con arroz, pollo y papas. Mi experiencia favorita, con distancia, fue el magnífico tiempo que pasamos en los Andes. Las montañas eran geniales y el aire era fresco y crujiente. El sol era cálido y la gente era hermosa. Además, tuvimos la oportunidad de usar algunas de las vestimentas tradicionales del Perú y participar en la cosecha de papas con herramientas que parecían del 1800. ¡Fue verdaderamente una experiencia increíble! Estoy muy agradecida por lo vivido en Perú, y probablemente regresaría inmediatamente si pudiars hacerlo. Pero no puedo porque necesito terminar mis requisitos académicos de ENTS.


Diana Fraser ’14 y su trabajo con SEA

Peru Program 12 Antes de ir al Perú, le comenté a José que quería hacer un proyecto relacionado con mi Major de Cinema and Media Studies. Quería utilizar lo que he aprendido en Carleton durante mi experiencia en el extranjero.  Por lo que fue perfecto, cuando surgió la oportunidad de hacer un proyecto de CAMS para la organización Servicios Educativos El Agustino. Esta es una organización sin fines de lucro que trabaja en las áreas de desarrollo comunitario, económico, empoderamiento de las mujeres y jóvenes en un barrio muy pobre de Lima. Se elaboró un plan para documentar los proyectos sociales a través de entrevistas y videos. Durante las 6 semanas que trabajamos con SEA en Perú, realicé 34 entrevistas con los líderes y participantes de la organización; y grabé varios videos de sus actividades. Cuando regresé a los EE.UU empecé el proceso de edición de todo el material que había recopilado en esas 6 semanas, para así comenzar a redactar el proyecto final.

Aprendí mucho sobre el trabajo que están haciendo y conversé con muchas personas inspiradoras que trabajan por el cambio social. Me alegra mucho haber podido contribuir al importante trabajo que se está realizando en El Agustino, logrando contar las historias de estas personas que tanto me inspiraron. Ahora los videos sirven para documentar sus proyectos y aumentar la participación de otros miembros de la comunidad.  Yo también he aprendido un montón; el proceso de entrevistas a diversas personas fue uno en donde pude aplicar todo lo aprendido en un contexto académico en el mundo real.

Los videos:

https://vimeo.com/53615293
https://vimeo.com/53615292
https://vimeo.com/52359520
https://vimeo.com/51534976