En el 2012 Miguel Brieva, gracias a una beca de The Visualizing the Liberal Arts (Viz), dio un taller en el departamento de español sobre arte gráfico. Puedes ver el trabajo de tus compañeros en este link:
http://serc.carleton.edu/viz/workshops/activities/span_320_new_sp.html
Megan Morrison (2013), una estudiante especialista en español y arte está escribiendo sus COMPS sobre Miguel Brieva y le hizo una entrevista muy interesante. Aquí tienes un fragmento de la entrevista.
“En la actualidad la imaginación es de suma importancia, sin embargo se ve secuestrada por los intereses económicos.” — Miguel Brieva
La importancia de la imaginación
La imaginación es el comienzo de todo pensamiento. La idea de Dios, por ejemplo, es una idea poderosísima y esta misma idea podría afirmarse que es fruto de la imaginación (Dios como amigo imaginario). Fíjate la fuerza de la imaginación, las “religiones” que ésta puede “crear”…, el mismo imaginario de la publicidad es interminable… No hay película que no imagine cómo salvar el mundo, o cómo crear uno nuevo.
El secuestro de la imaginación.
En la actualidad la imaginación es de suma importancia, sin embargo se ve secuestrada por los intereses económicos. Y eso hace que nosotros mismos no seamos capaces de imaginar y ver otras posibilidades, otras alternativas. Por eso, estamos más dispuestos a imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo. Es curioso, ¿no? Uno de los grandes mitos de la actualidad….Es importante que la gente creativa empiece a imaginar otro mundo porque sólo lo que imaginamos se puede hacer posible. Si no lo imaginamos, nunca será posible.
¿Es el arte importante porque “alimenta” la imaginación de los espectadores?
Obviamente. Yo no usaría el término espectador ya que presupone un personaje pasivo, siempre en espera de ver…. Nunca actúa. Esto es lo que define su condición de espectador. Entonces yo no hablaría de espectador, hablaría más bien de personas. Se trata de enriquecer la imaginación de las personas y, a la larga, de extender la responsabilidad hacia la gente involucrada en el mundo del arte. Que valoren su talento como suyo, y que no se dejen explotar por las compañías publicitarias. La verdadera explotación de su arte es lograr ese enriquecimiento “de nuevas posibilidades” en las personas que ven su arte. Es hacer arte de verdad, con el alma. Cuando tú tienes que vender un producto ya no estás haciendo nada con el alma. La publicidad no fue creada para que de acá a 200 años fuera analizada como arte. La publicidad nos deja un efecto como si estuviéramos “drogados”. Y dejar la droga es muy difícil. Hay que hacer un esfuerzo muy fuerte de imaginación y de voluntad. Pues, este es el momento en que estamos.
“Lo más personal es lo más universal.”
…por eso hay grandes artistas que desde una experiencia muy propia…de repente están hablando de cosas que todos entienden. Porque es verdad que todos somos individuos y no tenemos otro punto de partida más que nosotros mismos, pero es verdad que tenemos que tratar de conectar en el fondo de nosotros con lo más universal dentro de nosotros. Porque en el fondo, todos somos lo mismo… todos sentimos lo mismo sin importar el lugar de origen o la edad. Si tú vas quitando todas estas capas, al final queda una persona, un esqueleto, unos sentimientos, un pensamiento, una conciencia. Pues eso es igual en todos. Entonces se trata de pelarse como una naranja y llegar hasta ese punto. Ahora, hay una moda artística un poco narcisista, más superficial, pero es muy difícil que eso se convierta en un arte que perdure o que les interese a nuestros hijos y nietos. Pero si tú al hablar de ti mismo consigues dar con esa raíz, allí encuentras lo que nos une a todos. Por eso, nosotros entendemos a Shakespeare, ya que él habla de su época y logra desnudar a los personajes. Entonces da con esta raíz humana. Esa es la raíz del arte, es la raíz del ser humano. Por eso nosotros entendemos el arte de otras épocas.
Porque es algo que traspasa el tiempo…
….Creo que lo que hace que todas las obras de arte tengan conexión por debajo es eso, es dar con la raíz, con el universal humano.